El procedimiento de familia, dentro del sistema judicial, “es el menos técnico y más sentimental”, señala Ángel de la Cruz Oliva, abogado del Despacho de Abogados Moraleda de Toledo.
“Es el procedimiento donde más conexión cliente-abogado debe existir”, y en primer lugar, se debe realizar una reunión con el cónyuge que decide separarse. En esta reunión se aclararán la diferencias y valoración entre separación y divorcio y, posteriormente, se atendenrán las necesidades y pretensiones de cada parte, siempre teniendo en cuenta la existencia o no de hijos menores de edad.
En caso de que existan hijos menores de edad, estaríamos en un procedimiento especial en el que no solo intervendrán las partes sino el Ministerio Fiscal, que velará por los intereses del menor. Incluso un juez tiene la facultad en este procedimiento de pedir ciertas pruebas que pueda entender que son necesarias.
Si bien a partir del año que viene, tras las últimas reformas, podrás divorciarse ante notario, sin la mediación de un abogado, a día de hoy, “es imprescindible y preceptivo” contratar un abogado. Es decir, tienes que pasar por el juzgado. Estar bien asesorado puede decantar la balanza hacia un lado u otro.
